Este ejercicio de la pintura a puertas abiertas no hace más que afirmar la idea de pintura en tanto transformación, una alquimia en acción, la transmisión del aliento vital.
Al respecto Li Chi Pang considera que no existiría diferencia alguna entre la pintura tradicional china y la contemporánea, sino que sería algo así como las partes de un todo. El maestro afirma que “la tradición es como una raíz que se va desarrollando hacia la luz y la flor sería lo contemporáneo”.
De este modo, el pasaje entre lo clásico y lo contemporáneo no sería abrupto, como parte de compartimentos estancos, sino una continuidad que fluye, se transforma y se enriquece con el tiempo.