También ShihT’ao se detiene en los tipos, los usos y las cualidades de la tinta a las que clasifica según sus propiedades: negra, blanca, seca, mojada, espesa y fluida. Propiedades que se deben también a la utilización del agua como vehículo que posibilita de aparición de manchas y texturas imprevistas.
La preparación de la tinta consiste en disolver lentamente y con continuos movimientos circulares la barra de tinta en el tintero de piedra y constituye no sólo un hecho práctico, sino también un momento de preparación de las condiciones del espíritu para emprender el sagrado acto de la pintura y la escritura.
Al respecto el pintor Guo Si 郭汜 (1020-1090) recordaba a su padre: “El día en que comenzaba una pintura, necesitaba disponer de una mesa inmaculada cerca de una ventana clara; quemaba primero incienso a su izquierda y a su derecha, y luego, tras de escoger un pincel impecable y una tinta superior, se lavaba las manos y purificaba su mortero de tinta, todo ello con la solemne gravedad del que se dispone a recibir un huésped ilustre”
(Ryckmans, 1970; p. 140).
También Wang Yu recomendaba que, antes de pintar, se sosiegue el corazón, y se alejen los pensamientos, para convertir cada trazo en una única e irrepetible experiencia vital.