Rojo anaranjado, rojo vívido.
Luciana Rago
En esta serie trabajo pintando primero con el papel por el anverso. Investigo sobre la manipulación del soporte humedecido, plegado y arrugado de forma horizontal, al que le espolvoreo gotas de tinta negra que solo el azar, como programa operativo, sabe disponer. Cada mancha viaja sobre el soporte con volumen y es el punto de partida de un movimiento que apunta en todas las direcciones. Cada gesto pide expandirse, cada gota es un desliz y así sucede la apertura hacia lo inesperado.
En el prólogo “Escritos sobre pintura de Henri Michaux”, Chantal Maillard nos cuenta que “La mancha (…) representa un punto de partida radical, un elemento de opacidad y de desamparo al que hemos de sobreponernos continuamente’. Es la traducción de nuestra condición humana, informe y desamparada” (pág. 21).
Procuro rechazar los hallazgos inmediatos, espero a que la mancha de tinta se seque y teniendo en cuenta que la pintura aparece casi sin variación por adelante y por detrás del papel Xuan, aplico el color “de fondo” en el reverso de la pintura. En esta serie trabajo el campo vibratorio del color naranja, su espectro lumínico a veces más cerca del amarillo y otras del rojo, y las sensaciones que este produce sobre el espectador, que son siempre sensaciones históricas y culturales.