En este taller monográfico trabajamos el desarrollo de la pintura con blanco a partir del carácter específico de los trazos que definen la pincelada única e irrepetible. Esta PINCELADA NO ADMITE CORRECCIÓN
y por lo tanto requiere de la experiencia transitada de manera consciente.
Consideramos también la utilización consciente del tiempo - la velocidad, que lo conjuga sobre el espacio - para llevar al máximo los límites de la pintura monocromática. Investigamos sobre la sutileza del color blanco, la naturaleza de su materia, y sus sincronicidades y abismos dentro del soporte papel.