Así como los antiguos confiaban en sus impulsos interiores, nosotros confiaremos en el surgir de las manchas que nos lleven a las nubes y a las otras formas de existencia del agua en el paisaje. Me refiero a la ocultación latente de las nubes, cascadas, ríos, bruma y niebla. La animación del agua como medio, el agua como tema, el agua como vida.
Para ello trabajamos sobre la no-pintura del espacio vacío en la composición, es decir, esas zonas blancas dejadas a la imaginación.